Ana Poliak cruzó Buenos Aires para encontrar a Bepo y sus amigos.
Todos, hombres y mujeres que aparecen en ese paisaje bonaerense de pueblos apacibles y austeros (calles desiertas; cielos expandidos, lilas y recién despiertos), intentan responder a una pregunta de proporciones legendarias: ¿ qué / son / los crotos ?
Una viejita, la enamorada secreta de Bepo, le confiesa a Ana: “Yo siempre creí que eran esa gente vieja que se ponía debajo del puente, que tomaba mate y alguna gente vecina le alcanzaba algo”
Un señor de corbata, hablando frente a un auditorio de oyentes sentados en sillas de oro resplandecientes, agrega: “Siempre he creído que los crotos o linyeras habían sido una rara fauna de vagabundos, rateros,…